Piel y Emociones

 Diversos estudios han demostrado que el 80% de los trastornos de la piel tienen un origen psicosomático. Sin importar si la lesión cutánea tiene una causa química o física, los dermatólogos creen que la urticaria puede ser una exteriorización emocional de un trastorno psicológico.


Por tanto, podemos entender la piel como una especie de termostato de nuestras emociones, pues reacciones cutáneas como sudor excesivo, palidez, rojeces o urticaria no son más que indicadores de ansiedad, miedo, angustia o tensión.

El estrés, por su parte, es un trastorno grave que se aprecia también en la epidermis. Esto es así porque la tensión nerviosa favorece la liberación de adrenalina, la cual actúa sobre las glándulas sebáceas. Estas captan las hormonas en exceso que hay en la sangre y producen mayor cantidad de sebo.

Todas las situaciones denotan la estrecha relación entre nuestro cuerpo y nuestro estado emocional. Cuando una persona está enamorada irradia luz por sus poros, mientras que cuando está triste su epidermis se muestra opaca.

En definitiva, es fundamental que exista un equilibrio mental y corporal para tener una buena salud. 

Si lo conseguimos tendremos una inteligencia emocional que nos permitirá ser conscientes de nuestros sentimientos y comportamientos en todo momento y consecuentemente mejorará la calidad de nuestra piel.

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Celes

Comentarios

  1. Excelente el asesoramiento y los productos. . Estos productos son un antes y un después.
    Me cambiaron la vida. Gracias !!!

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